La dirección nacional de UCIN pide el acta a la edil que denunció a Montalvá por acoso e impulsa un expediente de expulsión

El presidente del partido censura las negociaciones de Mar Chordá con Ens Uneix y que mantuviera sus acusaciones cuando la demanda se había archivado en primera instancia

Enrique Montalvá, Ángel Montealegre y Gemma García, esta mañana, en el ayuntamiento.

Enrique Montalvá, Ángel Montealegre y Gemma García, esta mañana, en el ayuntamiento. / Perales Iborra

Alzira

La dirección nacional de UCIN ha tomado definitivamente partido en el conflicto de la agrupación de Alzira -si no lo había hecho ya– y, tras reafirmar públicamente su pleno apoyo al portavoz municipal, Enrique Montalvá, ha anunciado que en las próximas horas pedirá a la concejal Mar Chordá, que denunció a Montalvá por un presunto caso de acoso, que devuelva el acta al partido o pase al grupo de no adscritos y, paralelamente, se han iniciado los trámites para incoar un expediente disciplinario encaminado a su expulsión.

El presidente nacional de UCIN, Ángel Montealegre, y la presidenta de la gestora local y coordinadora de la formación independiente en la Comunitat Valenciana, Gemma García, han comparecido este martes junto a Montalvá justo el día que se cumplen seis meses de la rueda de prensa que Chordá anunció la interposición de una denuncia por un presunto caso de acoso sexual y laboral, que ha sido archivada en primera instancia, como reveló Montalvá en el último pleno.

Montealegre, como ya explicó el portavoz municipal, ha incidido en que el expediente incoado a raíz de la denuncia únicamente figura una acusación de acoso laboral y ha mostrado su extrañeza por el hecho de que, a pesar de que el auto de sobreseimiento provisional y archivo es del 20 de diciembre de 2024, Chordá ha presentado incluso mociones en busca de la reprobación de Montalvá, con el daño personal y político que ello implica. “Si sabía que se había archivado, por lo menos un poco de prudencia”, ha indicado Montealegre, mientras reconocía que el litigio no ha finalizado ya que tanto la fiscalía como la propia Chordá han recurrido este auto de archivo.

A la espera de que se resuelva en los tribunales, el que no parece tener marcha atrás es el expediente disciplinario que se pretende incoar a Chordá y a los afiliados afines, aunque la dirección nacional se ha querido centrar únicamente en el conflicto en el grupo municipal al comparecer en el Ayuntamiento de Alzira. En este sentido, Montealegre ha valorado como “muy graves” las reuniones de este sector que lideran Chordá y Antonio Pelayo con representantes de Ens Uneix “mientras obviaban a su propio partido”. El presidente nacional ha recordado que de esos encuentros surgió una moción al pleno de la diputación de la mano de la vicepresidenta primera, Natàlia Enguix, en la que se trató a Montalvá como un acosador cuando la denuncia ya había sido archivada. “Todo tiene un límite en la vida y tenemos que ser justos”, ha señalado Montealegre, mientras explicaba que si bien se ha intentado guardar silencio a la espera de que se clarificara la denuncia en los tribunales, el incidente en el último pleno, con las duras acusaciones del portavoz de Vox, Ricardo Belda, han llevado al partido a salir en defensa de Montalvá y tratar de marcar un punto de inflexión en la vida de la agrupación. En esta línea, no ha dudado en señalar que, con el sobreseimiento de la denuncia, Enrique Montalvá es “un hombre honesto, honrado, que no tiene ninguna imputación y ningún requerimiento judicial”.

Gemma García, por su parte, ha señalado que el partido ha recopilado desde diciembre numerosa información sobre “todo tipo de acciones que vulneran de manera muy grave los estatutos”, que ha dado lugar al expediente disciplinario, y ha señalado que el comportamiento de Chordá ha supuesto una “deslealtad y falta de respeto” tanto a Montalvá como a la institución, en este caso, el Ayuntamiento de Alzira.

En este sentido, ha detallado tres puntos clave en el expediente: la vulneración de la lealtad y la disciplina de partido, acciones que atentan contra la propia cohesión con la divulgación en las redes sociales de “falsedades”, especialmente cuando era conocedora de que la denuncia había sido archivada -Montalvá se enteró en abril, tras personarse en el procedimiento – y la usurpación de la representación ya que el portavoz del grupo es Enrique Montalvá. “No puede hacer acusaciones en contra del partido y del propio gobierno”, ha señalado. El objetivo del expediente que UCIN tiene previsto incoar es la expulsión.

Enrique Montalvá, por su parte, ha agradecido el apoyo del partido “por no haber dudado nunca de mi” y de sus socios en el gobierno municipal, Compromís y PSOE. “Hoy se cumplen seis meses desde que mi vida dio un giro inesperado y profundamente injusto. Una denuncia falsa por acoso laboral y sexual interpuesta por mi compañera de partido Mar Chordá abrió una herida personal y política de la que todavía me estoy curando”, ha expuesto el edil, mientras señalaba que “ha llegado el momento de decir basta” tras sufrir “insultos, desconsiderados y juicios paralelos”. “Ser víctima no puede ser nunca sinónimo de quedarse en silencio. Hoy activo la respuesta política, es el momento de plantear batalla, de reconstruir el partido en la ciudad y de volver a trabajar de cara, con transparencia y convicción”, ha destacado.

El recurso de la fiscalía, como informó Levante-EMV, plantea que se investigue si los hechos denunciados puedieran constituir un delito de vejaciones, sin perjucio de una ulterior calificación. Tanto Montalvá como Montealegre se ha mostrado esperanzados en que, pese a los recursos que quedan pendientes, todo se acabe archivando. El presidente nacional ha señalado que la condena en primera instancia es la línea roja que tiene UCIN para decretar la expulsión de un afiliado.

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