Practican la eutanasia dentro del agua a la manta raya aparecida en Cullera

La manta raya que el pasado viernes sorprendió a vecinos y bañistas al aparecer en la orilla de la playa del Racó de Cullera ha vuelto a salir a la superficie esta mañana, marcando un desenlace triste para una historia que comenzó con esperanza y terminó con una eutanasia necesaria por parte del equipo del Oceanogràfic de València.

El ejemplar, que ya había sido atendido ayer por especialistas del Oceanogràfic, fue identificado como el mismo ejemplar gracias a los sensores y emisores de ondas que le fueron implantados durante la jornada del viernes. Entonces, tras varias horas de intervención, el equipo veterinario consiguió estabilizarlo, alimentarlo y colocarle una sonda para monitorizar su estado. Sin embargo, la manta regresó de nuevo a la playa esta mañana, visiblemente debilitada.

Aparece una manta raya desorientada en la playa de Cullera 

Los mismos del equipo científico que la trataron el día anterior acudieron al lugar al ser alertados por vecinos y servicios de emergencias. Intentaron una nueva intervención para estabilizar al animal y proceder a su traslado definitivo al Oceanogràfic. Sin embargo, el estado respiratorio de la manta era tan precario que el equipo tomó la dolorosa decisión de practicarle la eutanasia in situ, tras extraerle muestras de sangre que servirán para analizar el origen de su dolencia.

Estudio para comprobar qué le sucedía

Desde el Oceanogràfic se ha destacado la rapidez y profesionalidad del operativo desplegado tanto el viernes como este sábado, y se lamenta la pérdida del animal, que presentaba signos de enfermedad desde el primer o. Las muestras biológicas permitirán estudiar más a fondo las causas que provocaron su estado crítico, y se valorará si existen factores ambientales o contaminantes implicados.

Vecinos y bañistas han seguido con interés y preocupación el caso de esta manta raya, un animal poco común en estas aguas y que ha generado una gran expectación en la localidad. La escena del segundo varamiento fue presenciada por decenas de personas que, en silencio, observaron el último intento por salvar al animal.

El Ayuntamiento de Cullera ha agradecido públicamente el trabajo del personal del Oceanogràfic y ha recordado la importancia de alertar a las autoridades competentes ante cualquier avistamiento o varamiento de fauna marina. Asimismo, ha insistido en la necesidad de preservar el ecosistema marino y en la relevancia de contar con centros especializados como el Oceanogràfic de València para intervenir en situaciones de emergencia.

Con la muerte de este ejemplar se cierra un episodio marcado por la sensibilidad, la intervención científica y la conciencia ambiental. Ahora, la atención se centra en los resultados de los análisis, que podrían arrojar luz sobre un posible problema más amplio en el litoral valenciano.

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