Del campo a la mesa: El Rincón Canario resurge con esencia propia y sabor a KM0 en Aldaia

El restaurante reabre en el municipio tras sufrir la barrancada que destrozó el local y que ahora han vuelto a levantar

El equipo del rincón canario vuelve a abrir en Aldaia.

El equipo del rincón canario vuelve a abrir en Aldaia. / A.A.

P.O.M.

Aldaia

El domingo 27 de octubre de 2024 por la noche, cuando Raúl y Araceli bajaron la persiana de su restaurante en Aldaia "El Rincón Canario", creyeron hacer algo rutinario; cerrar hasta la próxima apertura y seguir sirviendo platos canarios y esencia valenciana. No fue así. Dos días después de aquel final de semana, la riada que arrasó el municipio, barrió su restaurante, el que ha sido el hogar y proyecto de vida de la pareja por 24 años. 

Cuando intentaron acercarse al local, ya no pudieron: el agua les cubría las piernas y, en un instante, todo se desbordó. Salvaron la vida. Pero no el restaurante. La barrancada destruyó el local, recuerdos, esfuerzos, sacrificios. Aún sienten el dolor y una frustración inmensa. Pero su amor y la vocación por lo que hacen ganó y les ha dado la fuerza para volver a levantarse. 

Un huerto como refugio familiar

Años atrás, Raúl había creado un pequeño huerto que sirviera de ayuda mental a su madre, preocupado por su recuperación tras la dolorosa pérdida de su padre. En esa tierra, también en Aldaia, encontraron un refugio familiar. No solo fue un gesto de amor hacia ella.

El huerto de la familia en Aldaia.

El huerto de la familia en Aldaia. / A.A.

Fue también una semilla de lo que hoy es un proveedor esencial en la carta de El Rincón Canario: productos de kilómetro cero, cultivados con sus propias manos, que van directamente de la huerta a la mesa. El bancal se convirtió en el alma verde de la familia, un gimnasio emocional de raíces sentimentales muy profundas. El huerto también quedó cubierto de barro tras la riada del pasado 29 de octubre. Pero, igual que ellos, volvió a brotar más fértil y diverso que nunca. 

El Rincón Canario ha florecido con el alma renovada. Con la cocina llena. Con las puertas abiertas y los platos llenos de verdad. Disfrutar de la buena mesa allí no es solo una experiencia gastronómica: es abrazar una historia de superación donde saborear la resiliencia y celebrar el regreso de quienes nunca se dejaron vencer. En cada tomate, en cada papa arrugá, en sus habitas, limones y alcachofas va un pedacito de esta familia que eligió luchar y volver.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents