El hotelero desaparecido en Bocairent se topó con un okupa en su casa rural hace cuatro semanas

La Guardia Civil sospecha que quien se coló en el recinto es el principal sospechoso, Antonio C. B., un asesino convicto que estuvo trabajando para el empresario antes de la quiebra del establecimiento

Hotel rural San Isidro donde fue agredido el empresario desaparecido en Bocairent

Agustí Perales Iborra

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

Un okupa, un coche robado, una denuncia, un sospechoso y, tres semanas después, la desaparición del empresario de Ador (la Safor) Enrique G. P., de 77 años. Y en el centro de todo, un único escenario: el hotel rural San Isidro, cerrado desde hace dos años por quiebra y a la venta en varios portales inmobiliarios, en cuyo salón han sido encontrados restos de sangre poco compatibles con la vida de su dueño.

Son las piezas con las que, de momento, está teniendo que trabajar el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València para ensamblar el puzle y que no auguran un final feliz para su principal protagonista, el dueño del hotel. Hasta este momento, no hay ni rastro de su paradero; pero tampoco del considerado como principal sospechoso, un ex convicto de homicidio, Antonio C. B., de 42 años, condenado en 2008 por el asesinato a cuchilladas de un joven de 23 años en el pub de este en Muro (el Comtat) cuando víctima y agresor tomaban una copas y veían porno, tal como adelantó Levante-EMV.

Según la información a la que ha tenido este diario, todo comenzó a principios de mayo, concretamente durante el primer fin de semana, coincidiendo con el puente del Día Internacional de los Trabajadores y del Día de la Madre. Enrique, que reside con su familia en Ador -dato que este diario había obviado hasta su difusión generalizada en los medios para preservar la intimidad de la esposa e hijos del empresario-, solía desplazarse frecuentemente hasta el hotel, en término de Bocairent aunque se encuentra más cerca del casco urbano de Banyeres, e incluso pasaba días enteros en él, precisamente porque estaba preocupado por si alguien lo ocupaba ilegalmente. Y ese fin de semana, según denunció, ese temor se hizo realidad.

El principal sospechoso de la desaparición del hombre de 77 años de Bocairent fue condenado a 10 años de cárcel por matar a otro empresario

Levante-EMV/Antonio Amorós

¿Dónde está el Opel Astra de Enrique?

Ese domingo, día 4, Enrique se desplazó al hotel, estacionó su coche en la puerta, un Opel Astra, como hacía habitualmente, y entró. Aunque al principio no se dio cuenta, cuando ya estaba en el interior, escuchó ruidos en una de las habitaciones (el establecimiento podía llegar a albergar hasta 50 personas). Sus voces pusieron en fuga al extraño, a quien Enrique afirma que no llegó a ver. Al revisar el hotel, encontró uno de los dormitorios con señales evidentes de que alguien lo había estado usando, alguien que se dejó incluso ropa y algunos enseres personales en esa precipitada huida.

Lo siguiente fue escuchar el motor de su coche. Aunque acudió enseguida, no pudo evitar que se lo robaran, afirmaría después en la denuncia, en la que explicó que la llave de repuesto del Astra se encontraba en el hotel y que el ladrón debía haberla visto durante el tiempo que permaneció en el establecimiento, así que la cogió y huyó con ese vehículo, que a día de hoy, cuando ha pasado más de un mes, aún no ha sido localizado pese a que se encuentra en busca para todas las policías del país.

Aunque el empresario no pudo llegar a ver a ese okupa, el hombre ya apuntó en su denuncia -y sus hijos lo señalan ahora, tras la desaparición del padre- que la principal sospecha es que se tratase de Antonio C. B., el asesino confeso y convicto de Carlos M. N., el jovencísimo propietario del pub Sunrise de Muro al que mató en la madrugada del 19 de julio de 2006 durante una discusión.

¿Y por qué sospechan de él? Porque Enrique afirmaba que había sorprendido a Antonio ya en dos ocasiones robándole y había cruzado unas cuantas palabras con él por ese motivo.

Lo tuvo de camarero y 'manitas'

Según la información que este diario ha logrado confirmar con fuentes de toda solvencia conocedoras de esos incidentes, Antonio había estado trabajando para Enrique G. P., como camarero y también realizando arreglos y mantenimiento, tanto mientras el hotel funcionó como centro de turismo rural como después, cuando cerró sus puertas. Al parecer, ambos robos (o intentos de robo) se habrían producido después de la quiebra.

El principal sospechoso no ha podido ser interrogado, de momento, ya que la Guardia Civil no ha podido localizarlo, lo que acrecienta las sospechas de que es él quien habría agredido a Enrique, dada la sangre encontrada en el salón del hotel y en el maletero del segundo coche de la víctima, un Volkswagen Gol azul oscuro que una de las hijas le había conseguido mientras aparecía su Astra -algo que aún no ha ocurrido- y en el que parece que fue trasladado Enrique tras sufrir la agresión, dados los vestigios encontrados.

Ese coche, tal como ha adelantado en exclusiva Levante-EMV, fue encontrado, perfectamente estacionado y cerrado con llave, en un aparcamiento de Bocairent, el domingo por la noche. Fue el lunes cuando especialistas en Criminalística encontraron manchas de sangre tanto dentro del maletero, como en el exterior del coche. Todos los restos hemorrágicos -son salpicaduras en proyección- están siendo procesados en busca de ADN, tanto de la víctima como del supuesto autor.

La Guardia Civil busca a un empresario de Bocairent de 77 años desaparecido casi una semana

Agustí Perales Iborra

Las gafas y el móvil estaban en la casa

El vehículo fue analizado el lunes en el cuartel de la Guardia Civil de Xàtiva, adonde fue trasladado tras haber sido localizado en Bocairent, mientras que el hotel rural, montado hace una década en la masía San Isidro de la que heredó el nombre y hoy en venta, fue inspeccionado a lo largo del martes por agentes de Criminalística de la Comandancia de València.

Por lo que respecta al domicilio, en este caso el hotel rural, los restos de sangre estaban en una pared y en un sofá, en el salón, y todo apunta a que se trataría de sangre del empresario. Además, los agentes encontraron en la casa las gafas de Enrique, de las que no se separaba jamás, y su teléfono móvil, apagado y sin batería, lo que dificulta su búsqueda, ya que no hay manera de geolocalizarlo.

De momento, el dispositivo policial para tratar de localizar al empresario continúa activo, aunque todas las zonas señaladas como probables en un primer momento ya han sido revisadas, sin éxito.

DOCUMENTO. Así contó Levante-EMV en 2006 la detención de Antonio C. B., tras entrgarse y confesar que había matado al dueño del pub de Muro.

DOCUMENTO. Así contó Levante-EMV en 2006 la detención de Antonio C. B., tras entrgarse y confesar que había matado al dueño del pub de Muro.

La última persona que tuvo o con Enrique fue una de sus hijas, quien habló con él por teléfono el martes, 27 de mayo. La conversación transcurrió con normalidad. Dos días después, el Volkswagen Golf fue visto conduciendo de manera errática y temeraria por Banyeres, a solo unos kilómetros del hotel. La Policía Local de ese municipio trató, en vano de darle el alto, por lo que no se pudo comprobar quién conducía, pero la Guardia Civil cree, con bastante firmeza, que ya no era el hotelero, sino su agresor. De hecho, tras el hallazgo de la sangre en el maletero, todo hace pensar que en ese momento, cuando se produjo el incidente con la policía local, el sospechoso llevaba a su exjefe en el maletero rumbo a un lugar aún no determinado.

Sin embargo, la alerta no saltó hasta el sábado por la tarde, cuando la hija se presentó en el hotel porque su padre no respondía a las llamadas y no daba señales de vida. Al llegar y ver que el coche no estaba, empezaron a preocuparse seriamente y acabaron llamando a la Policía Local, que tuvo que acceder rompiendo la puerta. Fue entonces cuanto vieron los efectos personales de Enrique, sobre todo las gafas y el móvil, de los que jamás se separaba, y poco después las manchas de sangre, y llamaron a la Guardia Civil temiéndose lo peor.

València,Bocairent. CTR VLC Hotel rural San Isidro de Enrique García Penalba empresario de 77 años de edad desaparecido hace una semana

Exterior del Hotel rural San Isidro de Enrique G. P., el empresario de 77 años de edad desaparecido hace una semana en Bocairent. / Agustín Perales Iborra

Tracking Pixel Contents