Opinión

Profesor de la Universitat de València

Valores y Mazón

Mazón, el pasado día 10 en Alicante.

Mazón, el pasado día 10 en Alicante. / Europa Press

Me ha sorprendido ver en las noticias al señor Mazón en un acto en Alicante detrás de un cartel que ponía VALORES. No sé si el partido lo ha puesto expresamente para él o si ha aprovechado tan noble palabra para rehabilitarse, pero, sin duda es algo que genera contradicciones en la ciudadanía. Justamente porque imparto una asignatura sobre Aprendizaje de valores para la ciudadanía en la Universitat de València, me veo obligado a clarificar algunas acepciones de tan noble término. Lo primero sería decir que el concepto de valor es muy genérico y se puede definir como las cualidades que los seres humanos hemos descubierto o construido en las personas, los acontecimientos, las situaciones, las instituciones o las cosas, y que merecen ser estimadas. Dicho así, un valor puede ser muchas cosas y tener sentidos muy diferentes de unas personas a otras. Así, por ejemplo, para una persona practicar deporte puede ser un valor fundamental en su vida, pero para otra podría ser la tortura más grande jamás inventada. Para unos comer insectos puede ser un manjar y para otros ser algo repugnante. ¿Esto quiere decir que los valores dependen de las personas y por lo tanto son totalmente subjetivos? De ser así, para que los vamos a enseñar si dependen del gusto de cada sujeto.

El tema es mucho más complejo, pero, básicamente, cuando hablamos de valores hay que distinguir aquellos que son importantes para la vida de las personas como puede ser la salud, la belleza o la simpatía, pero que no estamos obligados a cumplirlos, por muy apreciados que sean a nivel social, y otro conjunto de valores que son los valores éticos o morales. Estos valores tienen rango de obligatoriedad, pues depende enteramente de nuestra libertad cumplirlos o no. Son valores como la justicia, la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el respeto, la paz, etc. que tienen carácter universal y cuyo cumplimiento nos permite avanzar hacia un mundo mejor. Así, yo puedo elegir cuidar mi salud o no, y nadie me puede obligar a actuar de un modo determinado, pero no puedo justificar actuar de un modo injusto o irresponsable, pues de mis actuaciones se derivan consecuencias negativas para otras personas. Es típico que estos valores éticos se los apropien las confesiones religiosas, pero son valores universales que todos debemos cuidar y potenciar para mejorar como personas y como sociedad.

Pero lo que no me podía imaginar es que un dirigente político como Mazón se escude detrás de un cartel sobre valores, cuyo nivel de exigencia sobre los mismos se acentúa proporcionalmente con el nivel de responsabilidad política asumida. Justamente su irresponsabilidad e incompetencia contribuyeron a la muerte de 228 personas, y esa “i” delante nos indica la existencia de contravalores, los cuales se complementan con aquellos de los que ha hecho gala el president a lo largo de los siete meses transcurridos desde la DANA: insensibilidad hacia las víctimas, ineptitud, incoherecia, incapacidad, inverosimiltud, …. todo ello condimentado con un buen número de mentiras y falsedades que solo buscan su supervivencia política y en ningún caso, atender a la población a la que se debe.

Seguramente este político pasará a la historia como un ejemplo de desprecio absoluto hacia los valores éticos y por su apego al poder por encima de todas las cosas. En todo caso, muchos ciudadanos pensábamos que su partido lo mantenía en el poder por mera estrategia política hasta que llegase el momento más apropiado para cambiarlo, pero una vez visto el acto de apoyo del Sr. Feijóo en Alicante detrás del cartel de los valores, no me queda ninguna duda del nivel político del actual jefe de la oposición. Si este es el recambio democrático que tenemos en este país, más nos vale que nos pillen confesados.  

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