Assolir desde Alicante y en valenciano

Los que tenemos vocación marinera, de la Marina Alta y Baixa, sabemos desde hace tiempo que buena parte de nuestro futuro colectivo se decide entre Dénia y La Vila Joiosa, con Benidorm de capital mancomunada. Territorio líder del sector turístico, cada vez con más peso empresarial cualitativo, y por su puesto de transcendencia política, sobre todo cuando el PP preside el Consell. Es en Dénia donde se intentan reconstruir puentes entre los dirigentes populares y socialistas para pactos estatutarios, mientras que Benidorm acoge las mejores conspiraciones para lo que venga en el PPCV. Aunque los conclaves decisivos se celebran en alguna cafetería entre Finestrat y La Nucia. No hace falta apuntar que el más activo en las últimas semanas es Juanfran Pérez Llorca, por cuestiones obvias.

Ha sido precisamente en las Marinas donde se ha creado una iniciativa insólita en lo que llevamos de sociedad civil comunitaria, que se presentó el viernes pasado en el Hotel Port Alicante City & Beach con Toni Mayor y Adolfo Utor de padrinos. Fue el primer acto de Assolir, una asociación empresarial con una sensibilidad especial por el valenciano. “Des de la consciència de la nostra identitat cultural i lingüística, que és el fonament des del qual iniciem aquesta aventura, ens proposem fomentar el creixement respectuós amb el territori, defendre la protecció del medi ambient i la sostenibilitat energètica. En Asssolir entenem que la contribució de l’empressariat és decisiva en aquest projecte, atesa la seua especial capacitat d’influir en l’entorn econòmic, amb una contribució que pot ser molt determinant en els diferents objectius que ens proposem: cooperació, millores energètiques, transformació social i responsabilitat social”. Esos son sus principios.

Además de los presidentes de Baleària y Port Hotels, la entidad que preside David Alpera cuenta con el apoyo de más empresarios de las comarcas centrales, esos que aplaudirían a rabiar una formación política de estricta obediencia valenciana, transversal y alejada de activismos esencialistas. Emprendedores que siempre están dispuestos a tirar un cable, pero a los que les molesta tanta polarización. Mientras el Cap i Casal se entretiene entre babor y estribor, la proa de Alicante tiene claro el rumbo. Los buenos marineros mantienen la calma para llegar a puerto.