El Consell sitúa a mediados de 2029 el desdoble de la CV-60 en la Vall d'Albaida

El conseller Martínez Mus descarta el inicio de los trabajos en esta legislatura en su respuesta a una pregunta de la diputada Romina del Rey, a la espera del diseño de la carretera desdoblada

Las obras en el tramo de la Safor se prolongarán más allá de 2030

La CV-60, en el tramo que discurre por las inmediaciones de Montaverner, en la Vall d’Albaida.

La CV-60, en el tramo que discurre por las inmediaciones de Montaverner, en la Vall d’Albaida. / Perales Iborra

Gandia

La duplicación de la calzada de la carretera CV-60 entre l’Olleria de Terrateig, a lo largo de toda la Vall d’Albaida, no estará ejecutada y en servicio antes de cuatro años, situándose, siendo optimistas en el verano de 2029. El tramo para duplicar la carretera desde Palma de Gandia a Beniflà y construir la prolongación hasta la rotonda situada entre Gandia y Bellreguard no estará operativo al menos hasta un año y pico después, entre finales de 2030 y principios de 2031, siempre contando que no se produzcan más retrasos o problemas.

Esa es la conclusión que se puede extraer de la respuesta que, por parte del Consell de la Generalitat, ha recibido la diputada socialista Romina del Rey, que se ha interesado por este proyecto largamente reclamado por ayuntamientos gobernados por el PSPV y el PP, y, especialmente, por asociaciones empresariales. Compromís, por su parte, defiende la duplicación de la CV-60 en el tramo l’Olleria-Terrateig, pero rechaza la prolongación prevista entre Palma de Gandia y Gandia.

En la respuesta a Romina del Rey, el conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, detalla la situación de los proyectos en toda esa vía. Desde l’Olleria a Terrateig los trabajos se han dividido en tres contratos. El primero hasta las inmediaciones de Montaverner, donde se conecta a la carretera que lleva a Albaida, Ontinyent y Alcoi. El segundo desde ese lugar hasta Castelló de Rugat y, finalmente, un tercero hasta Terrateig.

En esos tres casos los contratos para la redacción de los proyectos fueron firmados entre julio y agosto del año pasado, con un plazo de ejecución de tres años. Eso significa que los documentos con el diseño de la nueva carretera duplicada se entregarán en el verano de 2027, concluida ya la presente legislatura de la Generalitat.

A partir de ese momento se iniciaría el trámite para la licitación de la obra, que puede durar varios meses, y, finalmente, la adjudicación de unos trabajos que, según se estima, no durarán menos de dos años. En conclusión, no se circulará por esa carretera antes de mediados del año 2029.

Respecto al «nuevo» tramo, que afecta exclusivamente la Safor, los problemas surgidos han retrasado todavía más los trámites. El conseller Martínez Mus responde a la diputada Del Rey que la redacción del proyecto está en fase de licitación, a punto de ser adjudicado. Con otro plazo de tres años, el diseño completo estaría en el verano de 2028 y, con el tiempo para licitarlas y ejecutarlas, la vía no se abriría antes de mediados de 2030 o principios del 2031.

Tanto en el tramo de la Vall d’Albaida como en el de la Safor el avance de los trámites en los dos últimos años, con el PP en la Generalitat, ha sido muy lento, hasta el punto de que todos pensaban que el presidente Carlos Mazón vería el inicio de los trabajos, e incluso la posible inauguración de algún tramo entre l’Olleria y Terrateig, algo que, a todas luces, ya va a ser imposible.

«Nos toman el pelo»

Con la respuesta en la mano, la diputada Romina del Rey ha expresado su desazón ante un proyecto que, pese a las reivindicaciones, se retrasa una y otra vez. La diputada de l’Alqueria de la Comtessa ha señalado a este periódico que, precisamente para tratar de acelerar los proyectos, el PSPV presentó enmiendas a los Presupuestos de la Generalitat de 2025 para que contemplaran más dinero destinado a financiar ese proyecto. El PP y Vox, sin embargo, han rechazado esta y otras muchas sugerencias. «Nos están tomando el pelo», concluye Del Rey.

Esta vía, y especialmente en el tramo de la Vall d’Albaida, ha registrado muchos accidentes, en parte debido a peligros cambios de rasante que impiden la visibilidad a mucha distancia. Para reducir esa siniestralidad, la Dirección General de Tráfico instaló varios radares y redujo la velocidad máxima permitida. A lo largo de los años en esos puntos se han impuesto muchas sanciones.

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